Los alimentos frescos, no cocinados, ayudan al cuerpo a eliminar toxinas y le permiten renovar fuerzas y energías; hacen que la piel se mantenga tersa, el cabello brillante, el aliento fresco y que todo el organismo esté bien regulado; los resfriados y las gripes disminuyen; los dientes son menos propensos a las caries y las encías a sangrar.
Pero eso no es todo. Algunas investigaciones han demostrado que el betacaroteno una sustancia presente en algunas hortalizas- es esencial para la prevención de muchas enfermedades, ya que actúa como antioxidante y neutraliza las moléculas perjudiciales conocidas como radicales libres. De este modo, protege las características genéticas de cada célula, lo cual se traduce en una menor posibilidad de que se desarrollen tumores malignos. Algunas verduras con betacaroteno son la zanahoria, el brécol, el repollo, la coliflor, espinacas, coles, berro, rutagaba...
Pero eso no es todo. Algunas investigaciones han demostrado que el betacaroteno una sustancia presente en algunas hortalizas- es esencial para la prevención de muchas enfermedades, ya que actúa como antioxidante y neutraliza las moléculas perjudiciales conocidas como radicales libres. De este modo, protege las características genéticas de cada célula, lo cual se traduce en una menor posibilidad de que se desarrollen tumores malignos. Algunas verduras con betacaroteno son la zanahoria, el brécol, el repollo, la coliflor, espinacas, coles, berro, rutagaba...
Papaya, piña y tamarindo son los ingredientes estrella de una dieta muy tropical que en un abrir y cerrar de ojos dará al traste con esos centímetros de sobra. Ideal para rebajar la antiestética despensa de grasa que se hace fuerte en determinadas zonas, forma parte de las llamadas dietas exprés, lo que supone que hay que practicarla con mesura y en cortos períodos de tiempo.Las dietas de zumos se prodigan por doquier para echarle un pulso a la báscula en un corto periodo de tiempo. Además, suelen aportar como ventaja añadida un saludable efecto depurativo. Sin embargo, habrá que extremar las precauciones a la hora de elegir las frutas y la cantidad a ingerir porque un exceso de azúcar puede conllevar un aumento de peso.
La piña, la papaya y el tamarindo conforman un eficaz trío que ataca directamente al volumen adipocitario que toma asiento en las zonas conflictivas en forma de reserva grasa. Escasas en calorías y muy saciantes, no sólo propician una rápida pérdida de peso sino que sirven para eliminar toxinas y depurar el organismo.
Su capacidad para reducir centímetros de más radica en que la papaya y la piña ejercen como movilizadores del tejido graso, al tiempo que el tamarindo despliega su poder para quemar ese exceso de grasa a nivel celular.
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